Todos hemos oido hablar últimamente del modelo Alemán de Formación Profesional pero ¿en que consiste exactamente?
La Formación profesional dual en Alemania, combina teoría y prácticas remuneradas en una empresa.
Según Lutwin Strauch, director del área de formación de la Cámara de Comercio de Ludwigshafen, el modelo alemán dual está basado en la formación paralela en empresas y escuelas, de forma que el alumno debe desarrollar un perfil profesional y superar pruebas de contenido.
Para Lutwin Strauch, el sistema dual es un modelo teórico-práctico en el que las empresas tienen un papel muy activo y cuyo principio básico es "aprender haciendo".
De esta manera, las compañías participan en el contenido y en la planificación del curso junto con las entidades docentes, así como en la financiación: la inversión que hacen las empresas es de unos 18.000 euros por año y curso.
"Las empresas obtienen así el triple beneficio de poder influir en el contenido de los planes de estudio, formar su propio personal especializado garantizando su futura incorporación, y reducir a medio plazo los costes de selección de personal".
Los datos avalan el sistema de formación profesional dual: el 78% de los jóvenes que se forman en las empresas son contratados finalmente por ellas.
Además, destaca los beneficios que este modelo tiene tanto para los alumnos, ya que reciben una formación cualificada y un sueldo (cobran entre 500 y 800 euros, y cotizan a la seguridad social), como para el Estado que reduce así el gasto en educación y logra disminuir la tasa de desempleo juvenil.
Las empresas alemanas invierten unos 30.000 millones anuales en el desarrollo de este sistema educativo, incluyendo aquí no sólo a las grandes compañías, sino también a las pymes, micropymes y autónomos.
Según el profesor Santiago García Echevarría, de la Universidad de Alcalá de Henares, nuestro país tiene mucho que aprender de la formación profesional germana ya que ayuda a los jóvenes a "entrar directamente en el mercado laboral y a comenzar a desarrollarse profesionalmente desde los 16 años".
Es un sistema más flexible que el español, pues el grado de especialización varía según las titulaciones.
Poco a poco la FP se está conviertiendo en un referente en la educación nacional y más lo será a partir de ahora ya que se pretende formar hasta tres millones de titulados Técnicos de la FP para el 2020, que son los que se necesitarán para cubrir las plazas especializadas en las empresas.
«Si queremos que funcione de verdad, las empresas tienen que implicarse totalmente»
Aquí lo que interesa es que la tasa del desempleo juvenil decrezca y, si todos colaboramos, aunando fuerzas y copiando productivas experiencias si hace falta, lo lograremos, estaremos caminando hacia delante.
Lo que no puede ser es que se pretenda privatizar parte de la FP para que el estado ahorre gastos. Se deben garantizar los resultados de aprendizaje del alumnado.
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